Porque las vacunas protegen de enfermedades prevalentes en distintas edades de la vida, que pueden ser graves, producir complicaciones severas o dejar secuelas importantes e incluso llevar a la muerte5.
También hay que considerar que si la mayor parte de los niños, niñas y adolescentes están vacunados se logra proteger de manera indirecta a quienes no han recibido las vacunas correspondientes24.